JUAN LATINO NO NACIÓ EN CABRA (CÓRDOBA), SINO QUE VINO DE
GUINEA A ESPAÑA, CON SU MADRE, A LOS 12 AÑOS, TAMPOCO FUE
HIJO ILEGÍTIMO DE NINGÚN CONDE
A la mediadora cultural, Ana Mascaró García,
Palma de Mallorca.
Estimada Ana,
Después de haber leído el artículo titulado “Cachita, la desconocida historia de la esclavitud en España”, de Beatriz García, publicado el 26 de octubre de 2020 en el digital Al
Día, que nos has enviado, he juzgado oportuno emitir, una vez más, mi juicio y el de las
investigaciones que los distintos especialistas han versado sobre el tema de la esclavitud. En
esta ocasión, me encuentro con estas líneas, que, sin duda, son el punto de partida de su texto
en el que observa con acierto que: “en España los historiadores se ven con problemas para
publicar ensayos que aborden ya no el papel del país en las colonias y el tráfico y explotación
de esclavos, sino en casa. Lugares tan emblemáticos como los Encantes de Barcelona fueron en
otro tiempo mercados de personas y era frecuente encontrar en los periódicos de los siglos XVI,
XVIII y principios del XIX anuncios en donde se vendían mujeres negras junto a sanguijuelas,
remedios para hacer crecer el pelo y otros clasificados.”
Pues sí, la esclavitud fue un hecho histórico indudable, sin embargo, lo que nos ofrece
la joven articulista resume la tendencia habitual de la información con la que se plantea la
espinosa cuestión en el Occidente, una información sesgada cuyo único fin es la propaganda
excesiva de la esclavitud de los negros en favor de la absoluta ocultación o de la ignorancia
supina de la esclavitud de los blancos. En principio, es preciso admitir que España fue uno de
los grandes focos internacionales de estas dos clases de esclavitud, como ha sido históricamente
demostrado. En efecto, esta joven investigadora no tiene, no ha tenido la posibilidad de aprender
que “El comercio de esclavos ha sido de hecho el “más viejo y el más extendido comercio del
mundo”, muy floreciente y fuente de grandes beneficios; se ha practicado en todas partes desde
la noche de los tiempos.” y que “La visión de los historiadores occidentales ha sido
excesivamente eurocéntrica y obnubilada por la trata negrera atlántica que ha durado de dos
siglos y medio a cuatro siglos, según los tratantes, para no atreverse a abordar la trata de los
“Blancos” que ha sido su antecesora, la ha servido de modelo y ha durado más de un milenio.1
”
Del mismo modo, si la historia muerta occidental, como la calificaría Karl Marx, lo ha tomado
como un tema tabú, en España ha sido difícil, por no decir imposible, enterarse de que “A
principios de la conquista de la península ibérica, los ejércitos musulmanes practicaron razias
1
. Alexandre Skirda, La traite des Slaves du VIIIe au XVIIIe siècle. L´esclavage des Blancs, Éditions Vétché,
Paris, 2010-2016., p. 17 y 6-7.
para reducir en esclavitud a las poblaciones cristianas insumisas. La grande y célebre mezquita
de Córdoba, por ejemplo, fue construida por una mano de obra servil cristiana.2
”
De acuerdo con las aportaciones de grandes investigadores, entre ellos Maurice
Lombard, autor de Espaces et réseaux du haut Moyen Âge, se pudo establecer una cartografía
de los itinerarios de la trata blanca que, partiendo de la Europa central, detallaba, por una aparte,
los grandes circuitos de los metales, de maderas y de tejidos preciosos y, por otra, el potente
comercio de los esclavos de todas las razas y, de forma especial, los trayectos de la gran
esclavitud eslava que seguía tres rutas principales: 1) la que pasa por Westphalie (Wesfalia) y
une Bardowick con Xanten, o Duisbourg, Aix-La-Chapelle, Liège, Dinant y, en fin, con Verdun
(el eje de todos los focos); 2) la ruta del valle del río Maín que pasa por la Bohemia, Erfurt y
Mayence (Maguncia) antes de juntarse con Verdun, y 3) la ruta del Alto Danubio que atraviesa
Baviera por Passau y Regensbourg, la Suabia y la Franconia, Worms y desemboca también en
Verdun. “En el término de estas tres rutas, se encontraba el gran centro, Verdun, que envía a
sus mercantes a España donde muchos de los esclavos estaban transformados en eunucos.”
Desde las rutas terrestres, dicha actividad se efectuaba entre los puertos fluviales y marítimos,
en estos últimos alcanzó su apogeo en las ciudades más competitivas del Mediterráneo y del
Adriático.3
Según ha sido reconocido, por unanimidad, la esclavitud de los blancos fue mucho más
dura que la de los negros, porque aquella, además de todas las otras atrocidades, implicaba la
reducción constante de un gran número de esclavos a la condición sui géneris de castrados y de
eunucos.4 Pues bien, alejándonos de los sistemas esclavistas de la antigua Grecia y del Imperio
romano, cabe destacar que el origen la esclavitud blanca en la alta Edad Media tuvo lugar en la
Europa central, donde los eslavos, un pueblo que vivía en plena armonía con los suyos y se
dejaba guiar por las deliberaciones de la “Vetché”, su antigua institución democrática, se vio
sucesivamente atacada e invadida por los Germanos, quienes los “consideraban como criaturas
inferiores”. Estas ofensivas junto con otros conflictos, dependiendo siempre de los vencedores
y de los vencidos y con el auge de los guerreros-mercantes, aquella trata atrapará a otras razas
europeas y de otros continentes, a los cristianos, a los musulmanes y a los judíos, fieles de las
tres religiones que se beneficiaron con creses de la repudiada situación.5
Dado que, en general un esclavo ha sido siempre definido como “una apersona que no
es de condición libre, que está bajo el poder absoluto de su maestro, ya sea por nacimiento, por
haber sido capturada en una guerra, en una razia, vendida, o por condena”, es preciso redundar
en el hecho de que los conflictos o las guerras que asolaron al continente europeo favorecerán
el incremento del fructuoso comercio esclavista hasta el pleno siglo XIX “donde se encontraba
todavía un gran número de esclavos rusos en Boukhara y en Khiva. La razón de ello era
evidentemente el afán de ganancia, el beneficio inmenso que se podía hacer en el mundo árabe,
sobre todo si ahí se vendía a mujeres o a eunucos.”, una actividad bien compartida en aquella
misma época con el Imperio Otomán.6
” En consecuencia, los investigadores que quisieran ser
2
. Idem, p. 83.
3
. Idem, p. 109, 115-117.
4
. Idem, p. 125 y 240.
5
. Idem, p. 140-142, 152-155 y 160-161.
6
. Idem, p. 195 y 219.
rigurosos y respetuosos de la objetividad histórica, como lo han hecho los partidarios de la
historiografía crítica, podrán descubrir hoy en día, si se empeñan en ello, a muchos/as
descendientes de la esclavitud de los blancos en aquellos países o en aquellas zonas donde se
desarrolló profusamente.
7
7
.Idem, p. 220-223.
Es un placer recomendar insistentemente la lectura de este interesante libro de
Alexandre Skirda a los europeos y occidentales, juzgo que es la mejor orientación bibliográfica
que recoge todas las investigaciones sobre la esclavitud de los blancos a lo largo de su historia.
Cada uno de sus capítulos podría ser objeto de varias tesis doctorales.
Tras estas aclaraciones, retrocedo al artículo anterior para recoger estas afirmaciones:
A) que Juan Latino nació en Cabra, Córdoba, y
B) que, “según la antropóloga Aurelia Martín, Juan Latino pudo haber sido hijo
ilegítimo del conde de Cabra”.
Reflexionando sobre la cuestión, es fácil observar que estas son, simplemente, falsas
conjeturas, porque el Latino ni nació en Cabra, ni fue hijo ilegítimo de ningún conde. Una
primera indagación acerca de la procedencia de nuestro personaje nos la ofrece Janheinz Jahn,
ilustre profesor de la universidad de colonia, quien en su obra Geschichte der
Neoafricakanischen Literatur, 1966, admitió que “Juan Latino, probablemente nació en Guinea
en 1516, vino a España a los doce años, en 1528.8
” Si se confirma estas hipótesis, se puede
deducir que Juan Latino y su madre no conocieron al IV conde de Cabra, Luis Fernández de
Córdoba y Zúñiga, que murió en Roma, en 1526, siendo embajador de España en los Estados
Pontificios, ni mucho menos a su mujer Dña. Elvira Fernández de Córdoba que falleció el 8 de
septiembre de 1524 debido al parto de su quinto hijo que tampoco sobrevivió. Sus otros cuatro
hijos fueron: Gonzalo, el heredero, y sus hermanas, María, Beatriz y Francisca. Sin duda, el
Latino y su madre habrían conocido muy bien a María Manrique de Figueroa y Mendoza, madre
de la anterior y segunda esposa de D. Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán. Se dice
que Gonzalo junto con dos de sus hermanas, María y Beatriz volvieron a España y que su
educación y tutela fueron asumidas por su abuela materna. Este sería precisamente el momento
en que el Latino y su madre habrían trabajado como esclavos en la casa de Dña. María Manrique
de Figueroa y Mendoza y de sus nietos, quienes los llevarían de Baena a Granada. Ahí Gonzalo,
el futuro V conde de Cabra, de parte de su padre Luís Fernández de Córdoba y Zúñiga, y duque
de Sessa, de parte de su madre Elvira Fernández de Córdoba, junto con Juan Latino, el futuro
Catedrático de Lengua latina, que hablaba un latín demasiado académico como el de los clásicos
romanos, se dedicarán intensamente a esa formación que los llevará a la cumbre de la gloria en
sus respectivos campos.
El Latino ha sido objeto de múltiples interpretaciones, la más vulgar fue de Antonio
Marín Ocete quien, en su El negro Juan Latino, Granada, 1925, había admitido
precipitadamente que “Latino debió de nacer en España, ya que era punto menos que imposible
que un esclavo analfabeto hubiera asimilado tanta cultura.
9
” Se ve que Ocete ha sido víctima
del malentendido que confunde habitualmente la lectura o la escritura con la sabiduría.
Alejándose de semejante tergiversación, es lógico señalar que la mayoría de las interpretaciones
de sus contemporáneos, desde Miguel de Cervantes Saavedra, pasando por Lope de Vega,
Diego Jiménez de Enciso, hasta llegar a Ambrosio de Salazar, resaltando siempre la visibilidad
de su tegumento, coinciden unánimemente en que el Latino fue, en su época, la estrella de la
8
. Janheinz Jahn, Las literaturas neoafricanas, traducción castellana de Daniel Romero, Ediciones Guadarrama,
Madrid, 1971, p. 46.
9
. Idem, Ibidem.
universidad de Granada, quien, entre otras disciplinas, enseñó Retórica a Francisco Suárez, el
jesuita de los jesuitas y autor de Disputationes Meaphysicae. Tratándose de sus orígenes, habría
que dar crédito a sus contemporáneos, que acabamos de nombrar y, sobre todo, a él mismo,
cuando afirma: “…hic scriptor nec fuit orbe satus, Aethiopum terris venit…”, es decir: “…este
autor no fue concebido por estas tierras, vino de la tierra de los etíopes.” De esta manera,
tomando conciencia de sí mismo, asumió con esmero su responsabilidad histórica.
10
Esto es lo
que nos dejó grabado en su obra, que yo diría cumbre por la desaparición de otras, Ad
Catholicum pariter et Invictissimum Philippum Dei gratia Hispaniarum Regem. Esta, además
de ser una erudita e inmensa loa al vencedor de Lepanto, al que calificó como el único que
sobresalió entre los demás héroes, en ella imprimió el Latino la huella trascendental de su
humanismo, en el que reafirma constantemente la posición de su ascendencia etíope. Teniendo
en cuenta que, desde la llegada de los africanos a Kemet o Kemit, todo su continente recibirá
diversos nombres, entre ellos, el griego Aithiopía (del que deriva Etiopía), el árabe al Soudan
(Sudán) y el bereber Iguinauen (de donde viene Guinea), una triple denominación significa País
de negros, se comprende que el mismo Latino se haya identificado como un etíope. Sólo me
queda indicar que yo mismo, en el capítulo “2. Humanismo e Ilustración africana en Occidente:
Juan Latino y Anthony William Amo”, en la Quinta Parte de mi obra Síntesis sistemática de la
filosofía africana, he hecho un análisis tanto de la aportación de estos dos africanos al saber
universal y occidental. Por último, intentando rendir mi homenaje personal al primero,
publiqué, en 1993, este título: La encerrona, (experiencia pedagógica del maestro Juan
Latino).
Estos datos que nos proporcionan la investigación pertinente, nos han sugerido un
método de aproximación razonable tanto al origen como a la naturaleza y al alcance intelectual
de este reconocido humanista africano.
© Eugenio Nkogo Ondó
Web: www.eugenionkogo.com
León, 5 de noviembre de 2020.
10
. J. Latino, Fernandi Principis Navitate, p. 10 izq., citado por Janheinz Jahn, Las literaturas neoafricanas, o. c.,
p. 46-47.
Eugenio Nkogo Ondó es Doctor en Filosofía y Letras por la universidad Complutense de Madrid (1975), en el año académico 1975-1976, sigue cursos postdoctorales de Ontología, Historia de la Ontología y Filosofía Contemporánea en la universidad de la Sorbona de Paris.
A su regreso a Madrid, (1976-1977), con las fuentes bibliográficas y la experiencia acumulada en la Sorbona, continúa y profundiza su actividad investigadora en la Filosofía contemporánea, deteniéndose en la corriente del Existencialismo. Es la época, en la que, además, colabora con las especializadas: en el Mundo Hispánico, nº 336-marzo de 1976, publica “El idiota de la familia”; en los Cuadernos de Realidades Sociales, Instituto de Sociología Aplicada de Madrid, núm. 12 enero de 1977, publica un ensayo con el títulode: “Filosofía e ideología en África de nuestros días”. En el periódico Informaciones, 17 de marzo de 1977, sale su artículo “Situaciones X, La última palabra del último Sartre”. Concluye El aspecto ético y social del Existencialismo, en agosto de 1978, al mismo tiempo que perfila el texto de El método filosófico en Jean-Paul Sartre, que había comenzado en su estancia en la Sorbona. Ambas obras fueron posteriormente publicadas en sendas y diferentes editoriales.
En septiembre de aquel año (1978), viaja a la Universidad de Ghana, Accra, Legon, donde ejerce como Lector durante dos años consecutivos hasta el mes de agosto de 1980, como fruto de este periodo pedagógico escribió Sobre las ruinas de la República de Ghana. Desde ahí, se trasladó a los Estados Unidos de América, llevando a cabo una investigación privada en la universidad de Georgetown, Washington D. C., U.S.A. (1980-1981). Ahí concibió su obra L´humanité en face de l´impérialisme. De vuelta a España, es nombrado profesor en el Colegio Universitario de León (1981-1982). Catedrático Numerario de filosofía del Instituto de Bachillerato, desde el mes de septiembre de 1982, compagina dicho grado con el de profesor encargado de curso en la Escuela universitaria de Formación del Profesorado de Enseñanza General Básica de la misma universidad leonesa. Debido a la endogamia que incide en la universidad española, a finales del año académico 1986-1987 es invitado a abandonar este último puesto tras la creación del Departamento de Filosofía y Ciencias de la Educación, asumiendo únicamente la responsabilidad de su Cátedra en el Instituto y dedicándose a la investigación y a la escritura.
A principios de la década de los noventa, al ser nombrado miembro de la “Association des Auteurs Autoédités” (A.A.A), una institución que se convertirá después en “Société Nationale des Auteurs Indépendants” (SNAI), Paris será desde entonces hasta la fecha el centro de su actividad investigadora, a donde es necesario acudir constantemente. Ha hecho del mismo modo sucesivas investigaciones en el Institut für Christliche Weltanschauung und Religions Philosophie der Universitât München, Bayern. y en el Deutsches Literaturarchiv, Marbach, Stuttgart, donde ha manejado los archivos del filósofo Martin Heidegger, con el fin de publicar un libro que lleva el título de Heidegger contra Heidegger.
Puso fin a su actividad docente en noviembre de 2009 y, con ello, sigue con la investigación y la escritura, organiza congresos, coloquios nacionales e internacionales y participa sucesivamente en otros. Las ponencias que dejan huella de su participación activa en esos eventos están recogidas en los aparatados de Ensayos y Conferencias, de los capítulos de Publicaciones y de Actividades de la página Web del PENSAMIEDNTO RADICAL, cuyo acceso es: www.eugenionkogo.com
Pocos meses después de la publicación de La Pensée Radicale, a finales de 2005, la Société des Écrivains, de París, lo propuso como candidato a la sexta edición del Libro de Amnistía Internacional, «Libros y palabras para la libertad», que tuvo lugar en Rennes entre el 2 y el 5 de febrero de 2006.
Es fundador de una nueva corriente filosófica que recibe precisamente este nombre: El pensamiento Radical. Los que siguen sus líneas generales, tanto en la investigación como en la docencia, ha creado la Escuela del Pensamiento Radical y su órgano de expresión FAIA, Revista de Filosofía Afro-Indo-Americana, dirigidas por el joven filósofo argentino Dr. Fernando Proto Gutiérrez, instituciones que tienen sede en Buenos Aires, Argentina. Web: www.editorialabiertafaia.com/faia
«Por su gran contribución a la divulgación y promoción del conocimiento y reconocimiento de los valores culturales y verdades sobre ÁFRICA desde el respeto, la simpatía y la solidaridad», ha sido galardonado con el Primer Premio África, el 25 de mayo de 2006, en Barcelona, premio otorgado por la organización SOS-África.
Es, por fin, colaborador habitual del Diario de León.
De su variada producción filosófica y literaria, se puede citar estos títulos:
El aspecto ético y social del Existencialismo, 1982.
El método filosófico en Jean-Paul Sartre, 1983.
El problema humano, 1985
Sobre las ruinas de la República de Ghana, 1988
La trascendencia en la noche oscura, 1989
La relación yo-mundo en Jean-Paul Sartre, 1990
La encerrona, 1993
La aldea encontrada, 1995
Le Confinement, expérience pédagogique du maïtre Jean Latin, 1997
L´Humanité en face de l´Impérialisme, 1998
Síntesis sistemática de la Filosofía africana, reedición, 2005
La Pensée radicale, 2005
Le génie des Ishango, synthèse systématique de la philosophie africaine, 2010
Cinquant ans après, Quelle indépendance pour l´Afrique, 2010, coautor.
Filosofía mestiza, interculturalidad, Ecosofía y Liberación, 2013, coautor.
Conferencias y artículos breves, 2016.
En preparación: La filosofía Fang; R eflexionar sobre un mundo al revés, la difícil tarea del Pensamiento radical.
E-mail: [email protected]
Página Web: www.eugenionkogo.com
Pensando en el pasado,
viviendo un presente,
ampliamente analizado.
Nos abstraemos en sueños
volamos libres como pájaros.
Volvemos a la niñez
llena de miedos, y remontamos,
pensando cuándo un día nació un niño,
en un país lejano.
Yo no sé si pensaría
llegar hasta donde ha llegado,
con sus pensamientos internos
sabiamente trabajados.
Percibiendo la vida
y siendo disciplinado.
Luchando día a día
para pensar más claro.
Conociéndose a sí mismo
e intentar ser comprendido,
para llegar a un destino
donde el viento no sople.
donde el pensamiento no pese.
Donde para ser haya que haber sido percibido.
—
Jennifer García Carrizo, 2ºC,
I.E.S. “Padre Isla”,
10.11.2009.
Enlace al documento (click aquí).
Traduçao: Eugenio Nkogo Ondó.
Caros irmãos, amigos e colegas: Depois de ler o texto de D. Antumi Toasije, “Afrocentricidade, um novo impulso para o Panafricanismo?”, que Carlos Manuel Zapata nos enviou duas vezes, eu gostaria de expressar a seguinte opinião: Afrocentricidade não é Pan-africanismo, muito menos significa seu avanço. Em geral, o artigo submetido é um molho confuso de citações ou de alusões a autores sem prestar atenção a nenhum deles. No seu ponto de partida, distorce o objetivo final do nosso grande movimento filosófico e rapidamente passa pela discussão entre negritude e tigretude (Senghor-Wole Soyinka), um assunto que é irrelevante para o Pan-africanismo. Da mesma forma, faz um vago recurso a Conciencismo, do grande filósofo K. Nkrumah, de Nations nègres et culture, de Cheikh Anta Diop, o sábio e verdadeiro filósofo da Filosofia da História Africana, evitando tratar de suas teses etc.; cita Hountonji, como o único adversário, sem saber que este, junto com F. Eboussi, M. Towa, A. Mbembe, V. Mudimbe, fazem parte da alienação francófono da etnofilosofia ou etnoteologia atual, que não foram capazes de compreender nem a filosofia ocidental nem a africana, etc. etc. Cada afirmação do dito texto pode ser o assunto de muitas páginas, mas eu não posso me dedicar a isso neste momento. O Sr. Antumi Toasije vive em Madri, onde existem duas facções, associações ou o que não sei como qualificar, que se autodenominam Pan-africanistas, que, sem saber bem dos fundamentos e doutrinas do Pan-africanismo, querem viver usando suas siglas.
Eu gostaria que você perguntasse a ele se conhece meu nome ou se já leu a Síntesis sistemática de la filosofía africana e sua versão francesa Le génie des Ihsango, synthèse systématique de la philosophie africaine. O pan-africanismo foi a expressão de um pensamento radical e anti-imperialista, o primeiro dessa natureza que se constituiu na história da Filosofia contemporânea. Eu tenho falado tantas vezes de sua forte oposição ao neocolonialismo em meus escritos, entre os quais figuram o de título “Segundo o axioma do Conscientismo”, que Fernando se dignou a publicar em um dos números da FAIA, e em”Le conflit de Côte d´Ivoire et la guerre en Libyie, escalades de la recolonisation française en Afrique”, acho que o publicou também, mas se não fosse assim, está no meu site.
Nossos falsos Pan-africanistas esquecem totalmente a dimensão essencial e necessária do Pan-africanismo e permanecem no mais banal e superficial de seus princípios, o que é uma aberração ou uma distorção de sua doutrina. Aquele que tenta se aprofundar nela, vai descobrir imediatamente que é totalmente incompatível com a “Afroncentricity” de Molefi Kete Asante, a quem eu conheço muito bem, como vou especificar mais tarde. Nem é compatível com qualquer outra iniciativa dos negros norte-americanos, porque todos eles, exceto M. L. King e M. X, são muito submissos ao capitalismo totalitário e ao pensamento unidimensional, e quando se propuseram a projetar-se para o mundo negro, pretendem fazer “business” como os brancos. Com isso, se opõem sistematicamente à luta pela libertação continental africana, que é precisamente anti-imperialista. Contudo, o mais irônico é que seus movimentos, por exemplo a WADU (World African Diaspora Union – União Mundial da Diáspora Africana) emprega os mesmos truques, usando geralmente as imagens de nossos filósofos e revolucionários, como P. Lumumba, K. Nkurmah, J. Kenyata, etc. para atrair e confundir certos intelectuais africanos e afrodescendentes, como tenho observado em diferentes fóruns, quando na realidade eles são antilumumbistas, antinkrumahistas etc.
Eu mesmo tive que enfrentá-los duas vezes. A primeira foi no“Colloque International, Hommage à Aimé Césaire, juste de voix, gran éveilleur de conscience”, realizada em Paris, em 11, 12 e 13 de Julho 2008, no qual participei com o trabalho: “Cheikh Anta Diop, le Reveil de la Philosopohie de l´Histoire Africaine”, minha declaração como Nkrumahista foi considerada negativamente pelo prof. Leonard Jeffries, que veio de uma faculdade em Nova York, que, exaltando o neocolono Sedar Senghor, demonstrou sua ignorância não apenas sobre a filosofia africana, mas também na filosofia ocidental.
Meu segundo confronto veio como resultado do “Afrocentricity Think Tank”, Grand meeting de l´afrocentricité et du panafricanisme”, realizado em Paris de 12 a 13 de maio de 2012, convocada precisamente por Molefi Kete Asante e Ama Mazama, que entre outros palestrantes contou com: Antumi Toasije, Prof. Jean-Paul Pougala, prof. Kalamba Nsapo etc., no qual participei como convidado de Yves Ekoué Amaizo, seu representante na capital francesa. As palavras da abertura do Encontro pronunciadas por Ama Mazama, com sua saudação “Hotep”, pareciam o começo da atuação de uma seita imprecisa. Sua intervenção e do seu sócio Molefi Kete me soavam, sinceramente, como ideias imaturas… Nessas circunstâncias, por minha tendência oposta às linhas impostas, a apresentação do Pensamento Radical que haviam me prometido foi cancelada. Em outros termos: eu fui banido por ser uma pessoa não grata.
Por isso, convido-o a que se dirija ao Sr. Antumi Toasije ou aos professores Molefi Kete Asante e Ama Mazama, para que possam explicar os critérios que tomaram para eliminar com um golpe e estragar aquela apresentação. Além disso, tirei algumas cópias de alguns dos meus trabalhos publicados em francês, que deixei na vitrine correspondente, mas foram retirados dali, mesmo assim, alguns leitores entraram em contato comigo e conseguiram adquiri-los.
Por tudo isso, eu só posso insistir em que O Pensamento Radical, assim como sua Escola, está cercado de inimigos: enfrenta o imperialismo onipresente e seus representantes locais em todos os continentes. Estamos diante de todas essas instituições, associações que tentam nos desviar do nosso projeto inicial de luta pela autêntica libertação do ser humano.
Eugenio Nkogo Ondó.
León, 12 de setembro de 2016.
Eugenio Nkogo Ondó[1]
Quero agradecer, em primeiro lugar, ao professor de filosofia Dr. Carlos Manuel Zapata Carrascal, de ascendência africana e membro proeminente da Escola de Pensamento Radical, residente em Lorica, Córdoba, Colômbia, que, em 12 de fevereiro deste ano, teve a gentileza de nos enviar esta mensagem: saudação cordial. Tentei anexar a CRÍTICA DA RAZÃO NEGRA, mas [o arquivo] estava muito pesado. Assim, envio em anexo uma entrevista com seu autor.
Em segundo lugar, seguindo o fio da questão, devo dizer que, poucos meses após o aparecimento da segunda edição deste livro, a Critique de la Raison Nègre (Crítica da razão negra), em Paris, Editions La Découverte em outubro de 2015, recebi uma cópia enviada com cuidado pelo escritor camaronês Paul Aurélien Ndocky Sappy, partidário do ideal de luta pela libertação da África e membro da oposição no exterior ao regime de Paul Biya. Ao lê-lo, coloquei na segunda página uma marcação com caneta vermelha destas palavras: “Un texte saisi par l’alienation coloniale et néocoloniale” (“Um texto atraído pela alienação colonial e neocolonial”). Aproveitando-se das longas e frutíferas conversas com o jovem filósofo argentino Fernando Proto Gutierrez, fundador da Escola de Pensamento Radical e seu órgão de expressão, FAIA, Journal of Philosophy Afro Indo-americano, durante sua breve estadia em Leon, 29 e em 30 de dezembro de 2016 mostrei a ele e indiquei que seu conteúdo era o resumo do discurso típico dos africanos que foram condenados a permanecer nessa categoria que Frantz Fanon chamava de Peau noire masques blancs (Pele Negra, máscaras brancas).
Quem se aproximar do referido texto, se dará conta em seguida que nosso irmão Achille Mbembe – que alcançou o posto de professor de História e Ciência Política na Universidade Witwatersrand, em Joanesburgo, na África do Sul – não foi capaz de se libertar do jugo colonial, e, muito menos do neocolonial, que assola nosso continente. Como observado por Mongo Beti, com sua clarividência de costume: “Oprimir a personalidade africana é uma arte, devemos reconhecer claramente, que nisso o colonialismo francês leva o trofeu”[2], é fácil ver que, nesta arte, só podem ser bem recebidos e promovidos em diferentes áreas, os africanos que, negando-se, defendam o trabalho da colonização francesa. Com este imperativo, na introdução à sua obra, “O devir-negro do mundo” não tem outro ponto que as tergiversações coloniais do século XVIII e, de acordo com elas, afirma:
Em primeiro, deve-se ao facto de o Negro ser aquele (ou mais ainda aquele) que vemos quando nada se vê, quando nada compreendemos e, sobretudo, quando nada queremos compreender. Em qualquer lado onde apareça, o Negro liberta dinâmicas passionais e provoca uma exuberância irracional que tem abalado o próprio sistema racional. De seguida, deve-se ao facto de que ninguém – nem aqueles que o inventaram nem os que foram englobados nesse nome – desejaria ser um Negro ou, na prática, ser tratado como tal. Além do mais, como Deleuze[3] precisou, “há sempre um negro, um judeu, um chinês, um mongol, um ariano no delírio”, porque aquilo que faz fermentar o delírio, são, entre outras coisas, as raças.[4]
A partir dessa perspectiva turva da negação do negro, da negação de si mesmo e da aceitação incondicional da falsa imagem ou da estranha máscara imposta pelo outro, o autor admite com alguns elogios, como um bom ser pensante sui generis, que “os mundos euro-americanos, em particular fizeram do Negro e da raça duas versões de uma única e mesma figura, a da loucura codificada”[5].[6]
Missão cumprida! Com essas premissas, esse africano dirigido por controle remoto, satisfeito com sua condição unidimensional, poderá usar sua capacidade intelectual para realizar uma espécie de recriação do fantástico filme da loucura da raça negra. Desta forma, ele foi alçado ao posto de professor em uma universidade sul-africana, onde, após o impulso libertador de Madiba, o Apartheid recuperou o terreno para colaborar ativamente com este status quo.
A essas opiniões racistas, acrescente a dos defensores da escravidão e a confundem com a presença do negro em Abiayala, a América do Sul. Na p. 28 e 29 levanta a questão dessa presença na Espanha, em Portugal e no outro lado do Atlântico. Não há dúvida de que estes dois países ibéricos têm sido, desde o século XV até hoje, não só zonas de trânsito, mas também habitada negros, cujos vestígios ainda são visíveis em Huelva, Cádiz, Sevilha, Lisboa … de onde eles foram levados para outros países europeus. Mas esse caminho nunca foi o único pelo qual o negro chegou à América. A verdadeira história mostra-nos que eles fizeram isso por duas rotas: o Egito da Negritude, muitos séculos antes da era cristã, e o Império Mandinga na Idade Média (ver: They came befor Colomus, the African presence in Ancient America, 1976, de Ivan Van Sertima).
Nas páginas 35 e 66 do seu trabalho, Achille Mbembe, ao aceitar de bom grado as declarações falaciosas sobre a historicidade africana e sobre a capacidade mental dos africanos emitidas pelo idealista absoluto Georg Wilhelm Friedrich Hegel (La Raison dans l’Histoire), bem como a concepção do Negro do Antigo Regime. Acreditando nessas ideias como se fossem verdades indiscutíveis, nosso autor poderia ter apelado para Arthur de Gobineau, autor de Essai sur l´inégalité des races humaines (1853-1855), que, não sendo antropólogo ou especialista em qualquer das ciências humanas, foi reconhecido, por alguns, como o verdadeiro teórico do racismo anti-Negro, e como um romântico traumatizado, por outros como Hubert Juin, e declarar-se um firme gobinista sem escrúpulos. Elogiando todas as manipulações: históricas, antropológicas, ideológicas, etc. etc., projetou uma razão negra que é uma invenção do Ocidente, que incorretamente menciona Nelson Mandela, porque, não tendo sido sacrificado como Patrice Lumumba, Ruben Um Nyobé, Amílcar Cabral ou Martin Luther King, sobreviveu ao regime do apartheid … Além disso, em suas reflexões, destaca-se a ausência de qualquer referência digna a luta pela libertação total de África realizada pelo Pan-africanismo.
Em suma, estamos diante de um dos casos típicos e curiosos de um Negro que assumi, de modo cru, toda a arbitrariedade do poder colonial e neocolonial, com um especial elogio aos seus filósofos e apoiadores … Dada tal submissão, é oportuno nos encaminharmos para reflexões mais relevantes. Se Arthur Schopenhauer, um dos contemporâneos de Hegel, o havia taxado de filósofo com um propósito político mal calculado, “charlatão, vulgar, sem espírito, repugnante, ignorante” (Fragmentos da história da filosofia, 1851), foi precisamente porque com a sua concepção imaginária do mundo imaginário e celestial da história, ele não havia descido do céu à terra, como diria K. Marx. Enquanto isso, Antenor Firmin, negro haitiano, um dos maiores filósofos da filosofia do direito do século XIX, cientista político, egiptólogo, antropólogo e membro da Sociedade Antropológica de Paris, publicou em 1885 seu brilhante trabalho, De l’ égalité des races humaines (Anthropologie positive), que desmascara todas as teorias racistas ocidentais como “ineptas” e qualifica seus autores como “falsos cientistas”, ao mesmo tempo em que chama Gobineau de um simples “ofuscado pela paixão” . Neste mesmo sentido, as falácias de Hegel e de seus seguidores têm sido sistematicamente refutadas pelo renomado filósofo e historiador celebrado, Cheikh Anta Diop (Nations nègres et cultures, 1954), por Joseph Ki-Zerbo (Histoire de l’Afrique Noire , 1978), por Doue Gnonsea (Cheikh Anta Diop, Théophile Obenga: combat pour la Renaissance africaine, 2003), e por muitos pesquisadores africanos e de outros continentes. Eu próprio levantei a questão da “Origem do conhecimento universal e racional, origem do termo filosofia” (Síntesis sistemática de la filosofía africana, 2001). É óbvio que a obediência cega aos seus mestres reduziu tanto a faculdade cognitiva de nosso irmão Achille Mbembe para não se aproximar de qualquer investigação objetiva. É por isso que, neste ponto, ele não conseguiu descobrir que a ciência geométrica nasceu entre os Blombos, nossos ancestrais que viveram a cerca de 200 km ao Leste da Cidade do Cabo, na África do Sul, uma invenção que remonta a cerca de 40.000 ou 50.000 anos a. C.. Ele não aprendeu que a matemática foi inventada pelos antigos habitantes das montanhas de Lebombo, na Suazilândia, a cerca de 37.000 anos a.C. Como bom professor africano, que reproduz a velha canção da “voz do seu mestre”, não teve acesso a essa informação científica que, desde 1950, nos certifica que o primeiro método de observação e cálculo dos ciclos lunares foi criado (25.000 anos a.C.) pelos Ishango, nas margens do Lago Eduardo, entre o República Democrática do Congo e Uganda (Le papyrus d’Ahmès, revista d’humanités classiques africaines, 2015).
Do mesmo modo, as ideias fixas de seus mestres não lhe permitiram recordar que daquela região, chamada hoje de Grandes Lagos, saíram grandes ondas migratórias que levaram os Negros ao Kemet, a terra negra, onde fundaram três grandes impêrios: Antigo, Médio e Novo, e levaram a cabo as primeiras revoluções na filosofía e em todas as demais disciplinas científicas. Este foi, desde o século IX a. C. a forja do saber universal para a Grécia Antiga, para onde peregrinaram seus filósofos, literatos, sábios y demais intelectuais. Assim, o senhor Achille Mbembe deveria saber que a razão grega foi a cópia mais exata da razão negra. Porém si ele, nem pode entender, nem está informado de todos estes temas que hoje em dia constituem brilhantes capítulos da investigação filosófica e científica, qualquer leitor crítico descobrirá facilmente os círculos viciosos de seus sofismas e, também, de seu livro que é, simplesmente, uma demanda da promoção neocolonial.
León, Espanha, 3 de abril de 2017.
[1] “Eugenio Nkogo Ondo nasceu em outubro de 1944 em Bibás, Akonibe, Rio Muni, Guiné Equatorial. Doutor em Filosofia pela Universidade Complutense de Madri. Frequentou cursos especiais de Filosofia ministrados por Xavier Zubiri em Madri. Após seu doutorado na Complutense, seguiu cursos sobre Ontologia e História da Ontologia e Filosofia Contemporânea na Universidade de Paris-Sorbonne. Foi leitor na Universidade de Gana-Legon, Accra (1978-1980). De lá, se mudou para os Estados Unidos da América, conduzindo uma investigação particular na Universidade de Georgetown, Washington D.C. (1980-1981). Ele é professor adjunto na University College, da Universidade de León (1981-1982) e professor titular de High School (1983), tendo sido simultaneamente, e por três anos consecutivos, o professor encarregado da Faculdade de Formação de Professores de EGB da mesma universidade de Leon (1984-1987). Após a criação do Departamento de Filosofia e Ciências da Educação, ele é forçado a abandonar a posição que ocupava naquela escola por causa da famosa endogamia.
Poucos meses após a publicação do La Pensée Radicale, no final de 2005, a Société des Ecrivains, Paris, propô-lo como um candidato para a sexta edição do Livro da Anistia Internacional, “Livros e palavras para a liberdade”, realizada em Rennes entre 2 e 5 de fevereiro de 2006.
“Por sua grande contribuição para a divulgação e promoção do conhecimento e reconhecimento dos valores culturais e verdades sobre a África, a partir do respeito, simpatia e solidariedade”, ele foi premiado com o Primeiro Prémio África, em 25 de maio de 2006, em Barcelona, um prêmio concedido pela organização SOS-Africa.
Ele se aposenta de sua atividade docente em novembro de 2009, mas não abandona seu compromisso com a pesquisa e escrita, em intervenções e conferências nacionais e internacionais”. Essa descrição foi traduzida e adaptada daquela que aparece no site do autor: www.eugenionkogo.com
[2]BETI, Mongo. Lettre ouvcerte aux Camerounais ou la deuxième mort de Um Nyobe, Éditions des Peuples Noirs, Rouen, 1986, nota 11, pp. 24-25.
[3] Citado por Mbembe: DELEUZE, Gilles.Deux régimes Fous. Textes et entretiens, 1975-1995, Minuit, Paris de 2003 , p.25.
[4] Critique de la raison négre, pp. 10-11 citado a partir de: MBEMBE, Achille. Crítica da razão negra. Trad. Marcia Lança. Antigona, Lisboa, 2014. p.11.
[5] Referência de Mbembe: Miriam Ellav-Feledon, Benjamin Isaac et Joseph Ziegler, The Origins of the Racism in the West, Cambridge University Press, Cambridge, 2009.
[6] Critique de la raison négre, pp. 10-11. Idem, 2014. p.11.
MAURICIO DE NOVAIS REIS es licenciado en Filosofía y en Pedagogía. Tiene una especialización en teoría psicoanalítica y una maestría en enseñanza y en relaciones étnico-raciales. Enseña Filosofía en la red educativa de Salvador de Bahía, Brasil.
Es uno de los lectores del Pensamiento Radical y, sobre todo, de L´humanité en face de l´impérialisme, cuya imagen nos ha sido facilitada por Michel Feugain, poeta y profesor de Lengua y literatura españolas en la Facultad de Letras y Ciencias Humanas, de la Universidad Católica de Lille, Francia.
En su encuentro con el autor en CEPAIA, en el II Colóquio Internacional-Workshop Representaçôes de africanos e pessoas de descendência africana nos manuais escolares. Perspectivas afro-decoloniais. Visôes Práticas e Teóricas, que tuvo lugar del 21 al 26 de octubre de 2019, en UNILAB, Sâo Francisco do Conde-UNEB, Salvador, Bahía/BRASIL.
Su Web: https://lapoetiquedureel.wordpress.com
Entrevista a Thelma Cabrera por Marcelo Colussi.
Querido lector, querida lectora, entrad «En el desierto de la libertad» para encontrar el texto de María Fernanda Quintero Alzate, una de las observadoras agudas de la realidad circundante abiayalense, cuyo contenido nos revela que, en un mundo donde triunfa el mal y reina la injusticia, el espacio vital es sustituido por el de la muerte.
Este título, “Prolegómenos a una filosofía intercultural de la liberación”, es el texto íntegro del tema que desarrolló el joven filósofo y profesor Fernando Proto Gurtierrez en el “Coloquio Internacional de Estudios “decoloniales”, desplazamientos epistemológicos del poder, del ser y de los saberes”, que se celebró en la Université Lumière Lyon2, France, del 7 al 8 de diciembre de 2015.
Fernando Proto Gutierrez es el fundador de la Escuela del Pensamiento Radical y de su órgano de expresión, FAIA, Revista de Filosofía Afro-Indo-Americana, instituciones que tienen sus respectivas sedes en Buenos Aries, Argentina. En su ponencia, el autor partiendo de la lógica cuatripartita, nos propone un método encaminado a “pensar lo trascendente -en términos de mística ascensional (no circunvalatoria)-” que sea capaz de unir las filosofías intercontinentales en el abrazo indisoluble de la interculturalidad.
Prolegómenos a una filosofía intercultural de la liberacion
Esta noticia difundida por Jacques Berset en las páginas del Portal Católico Suizo, nos invita a aproximarnos a la creación en Friburgo de una colección de Teología africana, la única que existe actualmente no sólo en el mundo francófono, sino también en el mundo entero.
En efecto, la universidad de Friburgo, Suiza, ha sido la primera institución occidental que ha tenido el valor de aceptar semejante reto, dirigido por el Dr. Bénézet Bujo, profesor emérito de Teología moral y Ética social.
He ahí el testimonio expresivo del ilustre teólogo africano quien, después de haberse reunido, el 20 de octubre de 2015, en la sede de la editorial Academic Press de Friburgo, con el editor, Maurice Greder, y sus compañeros, los profesores Thierry Collaud y François-Xavier Amherdt, nos presenta el tercer volumen de dicha colección.